En los inicios de la década de 1960 Francisco "Toti" Franco y Juan Gastelú, fueron los portadores de la idea original de la creación de una Sociedad Criolla en la zona de Corrales de Paysandú.
El 6 de setiembre de 1964 se labra el acta fundacional en presencia de 24 socios fundadores, surge la primera comisión directiva presidida por "Toti" Franco y es también en este acto que se designa con el nombre de Sociedad Criolla Juan E. Gastelú a la nobel institución. Sin tener un lugar permanente para desarrollar actividades, las reuniones se cumplían en las estancias y las actividades también, siendo estas básicamente, pencas, criollas y bailes.
En la década del 70, Leonidas "Biloca" Franco y su esposa, ceden una fracción de campo de 11 hectáreas, pegado a la ruta nacional Nro. 26 en el kilómetro 169 en el departamento de Paysandú para "La Gastelú", en este predio es donde actualmente se encuentra la sede social, ruedo, comercio, pastoreo, balanza y embarcadero al servicio de la zona y local de remates feria.
La Gastelú participa desde la primera edición de la Fiesta de la Patria Gaucha en el año 1987, logrando el premio mayor en varias oportunidades, la primera vez en 1989 y en el año 2003 por primera vez el Concurso de Fogones. Además, ha participado desde sus orígenes en muchos y variados desfiles, yerras, fiestas criollas, actos patrióticos, etc. en distintas partes del país, e inclusive con delegaciones a eventos en Argentina.
En la sede, en el mes de diciembre, se organiza la fiesta tradicional anual. En invierno se organizan yerras, en febrero se hacen las asambleas ordinarias, en abril almuerzo o cena de camaradería con socios y amigos de la institución. También allí, con regularidad, se organizan cursos, charlas técnicas, jornadas de salud en coordinación con el Hospital de Tacuarembó, y muchas actividades más vinculadas con el medio
rural y su actualidad.
Con orgullo, "La Gastelú" cuenta con una diáspora de aproximadamente 170 socios, dispersos por Corrales de Paysandú, Tambores, Queguay, Blanquillo, Piedra Sola, Tacuarembó, Paysandú y Montevideo. Esa misma diáspora, dispersa en el país, compuesta por adultos, jóvenes y niños, es también muy diversa, paisanos y paisanas, gente de a caballo, peones de estancia, estancieros, artistas de la música, la letra y el pincel, intelectuales, profesionales, artesanos etc.
Esa es la realidad social y cultural que constituye la gran familia que es la Sociedad Criolla Juan E. Gastelú.
Juan Gastelú: El Legado de un Criollo en el Establecimiento del Cerrito
En honor a la memoria de Juan Ezequiel Gastelú, nacido y criado en el Establecimiento del Cerrito, esta Sociedad Criolla rinde homenaje a su ilustre nombre.
El Establecimiento del Cerrito vio la luz en el año 1900, gracias al empeño del matrimonio conformado por Don Guillermo Gastelú y Doña Mercedes Soarez de Lima Medeiros Albuquerque. Sin embargo, la historia de estas tierras se remonta aún más atrás en el tiempo, pues desde 1875 pertenecían a la familia, siendo el hogar de Ezequiel Soarez de Lima y su esposa, provenientes de Brasil.
Guillermo Gastelú, inicialmente un comerciante que abastecía a las cuadrillas encargadas del tendido de vías ferroviarias al Norte del Río Negro, luego estableció un comercio de ramos generales en la localidad de Piedra Sola.
Cuando Juan Gastelú asumió las riendas de la empresa familiar, el establecimiento Del Cerrito se extendía sobre 8500 hectáreas de extensos campos, bañados por las aguas del Queguay y divididos en 12 potreros con abundantes aguadas naturales. Para 1917, ya contaba con instalaciones como baños para el ganado ovino y bovino.
Pero Juan Gastelú no solo fue un exitoso administrador, sino también un apasionado tradicionalista que cultivaba su amor por la música y las expresiones criollas. Su pasión por estas manifestaciones culturales le granjeó el reconocimiento incluso de figuras destacadas como Carlos Gardel, quien le envió una foto dedicada y autografiada, así como a José Pedro Medeiros, otro vecino amante del criollismo y las actividades ecuestres.
La Sociedad Criolla Juan Gastelú, en el marco del Establecimiento del Cerrito, celebra y perpetúa el legado de un hombre que dejó una huella indeleble en la historia y la cultura de la región.
Que no se trabe mi lengua Ni me falte la palabra: El cantar mi gloria labra Y poniéndome a cantar, Cantando me han de encontrar Aunque la tierra se abra."
- Martín Fierro