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Lugar de la Fiesta

Laguna de las Lavanderas
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Fiesta de la Patria Gaucha

Fiesta de la Patria Gaucha es la mayor exaltación de la cultura tradicional que se celebra en el vasto territorio del gaucho. Un territorio transnacional que se extiende a todo lo largo de Uruguay, los estados del Sur de Brasil, y el litoral Este Argentino.

Tacuarembó es el único departamento de la República que conserva su primitiva denominación indígena (voz guaraní) que alude a una caña maciza que crece a orillas de ríos a quienes también da su nombre (Tacuarembó Chico y Tacuarembó Grande). Tiene una superficie de 15.969,3 km. y es el más grande entre sus pares en el país.

La ciudad de Tacuarembó es la capital del "Pago más grande de la Patria", el departamento de mayor extensión territorial del Uruguay, ubicado en el centro norte del país.

Desde 1987, esta celebración transformó a Tacuarembó en la capital cultural de ese amplísimo terruño de la Patria Gaucha. Allí han surgido desde largo tiempo, y se mantienen y crecen sociedades criollas, también llamadas sociedades nativistas. Uno de sus objetivos es el cultivo permanente de nuestras tradiciones, extendido social y culturalmente tanto al ámbito urbano como rural, lo que ha dado al país y la región reconocidos valores en el campo de la cultura y el canto popular.

Allí se dan cita miles de personas convocadas por las raíces comunes, en un clima de festejo y alegría. Allí, miles de orientales, argentinos y brasileros se encuentran para abrazarse con la mejor historia, la verdadera, la nuestra, para escuchar de nuevo aquellas voces y usos que, procedentes del pasado común, dan mejor forma a lo presente y marcan un rumbo cierto hacia el futuro.

El centro de esta fiesta es el gaucho. El hombre esculpido por las largas jornadas de trabajo contra las inclemencias. El hombre que de cara al viento dominó a coraje, determinación y heroísmo, un entorno que le planteó -y plantea- fiera y terca oposición.

En el gaucho se fundieron el blanco, el indio y el negro. En el gaucho anidan el valor del conquistador al que supo derrotar en la batalla, la indómita fiereza, la astucia y el amor a la tierra del aborigen y la perseverante lealtad de la raza negra.

Desde muy temprano, desde el lomo del caballo, contemplando una tierra infinita en donde el horizonte recién se arquea allá muy lejos, en donde miradas se desvanecen, el gaucho conoció el valor de la palabra libertad. Conoció la libertad y la reconoció mucho antes de aprender a escribir la palabra que la significa.

Hizo de la libertad su dogma y cuando la patria lo requirió, no vaciló en regar la tierra con sangre propia y ajena.

Lo que busca generar la Fiesta es un rescate y puesta en valor de las culturas y tradiciones del gaucho. Esto es muy importante porque nosotros somos un departamento mediterráneo, no estamos en la frontera ni en la costa. Esto implica un desarrollo particular de las tradiciones y la búsqueda permanente de nuestras raíces, que serán las que nos potencien para enfrentar los efectos negativos de la globalización. Este sentimiento de pertenencia con pasado común es muy rico, y culturalmente poderoso.

El lugar: Laguna de las Lavanderas

El epicentro de la celebración y la mayor agrupación de hombres y caballos de la región, tiene lugar en la Laguna de las Lavanderas, junto al río Tacuarembó, a un kilómetro del centro de la ciudad.

Quien por primera vez se aproxime a ella en la primera semana de marzo del año que sea, quedará sorprendido. Quedará admirado al contemplar como entre la bruma tempranera, entre las columnas de humo que nacen de los fogones en los que se calienta el agua para el mate y se prepara para el desayuno, se dibuja un singular poblado que las aparcerías en forma entusiasta construyeron, poniéndole laboriosamente el hombro a nuestra historia.

Ese visitante comprenderá de golpe y para siempre que, más allá de especulaciones académicas sobre un presunto fin del gaucho con el advenimiento del poste y del alambre, más allá del peso de las culturas urbanas, su incidencia permanece inalterable entre nosotros. Se trata de pilares duros como el cerno del coronilla: el culto a la valentía y a la hospitalidad. La valentía de nuestro gaucho no sólo se expresa en las duras faenas que cotidianamente realiza sin queja y con naturalidad propia de su idiosincrasia. La valentía no es solo el animársele a los bravos potros reservados en el ruedo. Habita también en las horas robadas al descanso que nuestras mujeres y hombres de campo dedican para organizarse, investigar y colectar todos aquellos elementos que, en las aparcerías, harán de la Patria Gaucha el mayor "museo vivo" del Río de la Plata.

Allí, entreverado con los protagonistas, ese visitante podrá comprender con cabal alborozo la solidaridad entre las distintas sociedades criollas, el verdadero sentido de "hacer una gauchada". La hospitalidad es otro valor vivo en la celebración de la Patria Gaucha.

Un valor criollo nacido en el fondo de la historia de este territorio, cuando el hombre no podía prescindir del hombre para sobrevivir a la ferocidad de la tierra deshabitada. Esa hospitalidad germinó, creció y se hizo definitiva cuando a nadie se le negó alimento, rancho, galpón o caballo fresco para continuar el viaje.

La misma hospitalidad de antaño encontrará ese visitante de la Patria Gaucha. La encontrará en los fogones, independientemente de quién es o de dónde viene para compartir, como uno más, la rueda del mate, el asado o el guiso criollo, y ese modo de procesar tan propio de nuestras mujeres y hombres de campo. Quien llegue hasta la Laguna de las Lavanderas asistirá a la alegría de la celebración que pone de manifiesto nuestra identidad, del gozo permanente de la cultura gaucha. Esa alegría no solo está presente en el baile, en el canto, en la música de guitarras y acordeonas que surgen al paso de los visitantes y de los escenarios dispuestos para los distintos recitales. También está dibujada en el rostro y quehacer de los protagonistas. Una alegría sin estridencias. La alegría que mana como agua mansa, pero incontenible cuando se celebra la propia identidad. En el pago de la Patria Gaucha "naides" es forastero.

 

Es un reencuentro entre gente del Campo y de la Ciudad."

Laetitia d'Arenberg