Recrea el "Almacén de Romero" y algo del establecimiento "Buen Recuerdo" en una fiesta de campaña con carreras de caballos, en la zona de Caraguatá, entre arroyo Caraguatá y el río Negro. En el almacén de Romero se realizaba la reunión, y la cancha de carreras estaba en campos de la estancia Buen Recuerdo de don Osorio Silveira.
Se toma el período a fines de 1800 y comienzos de 1900, por datos aportados por la familia Romero, donde destacaban la presencia de Luis Alberto de Herrera, (periodista, historiador y político) quien con asiduidad visitaba por períodos prolongados la estancia de su amigo Osorio Silveira. Este fue Teniente General de las fuerzas de Aparicio Saravia.
Ahí, en los campos de Osorio Silveira, registraron un acontecimiento interesante al construirse con el Ingeniero Carmelo Cabrera "un puente" en una semana, para que las fuerzas revolucionarias de Saravia pasaran el Río Negro que estaba algo crecido, desde Cerro Largo hacia Tacuarembó. Familia Romero: 172 años de almacén a lo largo de 5 generaciones. (1851 – 2023)
Se reconstruye una representación de lo que fue la casa de los hermanos Melgar, en su vida habitual de labores rurales entre los años 1896 y 1920, en la zona de Caraguatá, 8a Sección judicial de Tacuarembó.
A fin de llegar al tema propuesto, se siguió solo una línea del árbol genealógico, nombrando a uno de los hijos de Tomás y Manuel, quien fue Juan Francisco Melgar, nacido en 1770, quien contrajo matrimonio con Isabel Alegre. Uno de sus hijos, Eugenio Melgar Alegre, se casa con Gregoria Agustina Guerrero Ávila en la ciudad de Minas, de sus hijos tenemos a María Melgar Guerrero, quien con algunos hermanos deja Minas y se trasladan a vivir a Sarandí del Yi en Durazno.
Sus descendientes son Sabino Marcelino, Felicia, Agustín y Casilda, los dos primeros quedan solteros, mientras que Casilda se radica en Montevideo y se casa con el Sr. Rodríguez. Por su parte, Agustín se casa con Tamara Montes de Oca, y acompañados por otras familias (Modernell y Leites) dejan Sarandí del Yi y prueban suerte más al norte, en la zona de Caraguatá en Tacuarembó.
Mientras tanto, Sabino siguió en Durazno dedicándose a tropear con hacendados y carretear por mercaderías para pulperos y bolicheros de la campaña, haciéndose gran conocedor de caminos y picadas de nuestra campaña, participó en 1896-1897 junto a Aparicio Saravia en los comienzos revolucionarios, hasta la "Chirinada de la Coronilla en Rivera".
Fue en el entorno del año 1900 que Sabino y Felicia dejaron Sarandí del Yi para reencontrarse con Agustín en Caraguatá, quien ya tenía algunas hectáreas de campo propio, pero que ahora con ayuda de sus hermanos logran poseer cerca de 3000 hectáreas en las costas del arroyo Caraguatá, desde la "Picada de los ladrones" en el norte hasta la zona de "Las Arenas".
Representan a los inmigrantes italianos en Tacuarembó
Los inmigrantes italianos llegaron masivamente a Uruguay durante el siglo XIX y comienzos del siglo XX. A raíz de la masiva inmigración de personas provenientes de ese país, un nuevo tipo de asociación fue desarrollado para proporcionar protección social y económica a todos los recién llegados. Los italianos fueron los primeros en crear las instituciones de salud de ayuda mutua, y todavía el sistema privado de salud se organiza con base en este modelo.
Otras de las contribuciones de esta comunidad son el valor de la familia ampliada con fuertes lazos de parentesco y el uso de palabras de origen italiano.
Recrea parte de la vida de María Cayetana Leguizamón "La Guayreña", una mujer afincada en los campos del arroyo Sarandí de Tomás Cuadra, donde vivía con sus hijos. Era una figura destacada en ese paraje.
A edad avanzada se acercó a Villa del Durazno, obteniendo del General Rivera la donación de una chacra lindante con el camino Real, donde levantó varias construcciones, destacándose la azotea de ladrillo que debió edificarse alrededor de 1940 subsistiendo hasta el presente.
JINETES
Washington Sacias
Juan Meirelles
Facundo Fierro
Wilson Alvez
Nicolás Ruíz
PAISANITA Y PAISANITO
Milagros Martínez
Santiago Rodríguez
FLOR DEL PAGO
Melina Fleita
CONCURSO DE COMIDAS
Pedro Enrique Rodríguez
COMIDAS CRIOLLAS NIÑO
Milagros Martínez
TROPILLA
"La Firmeza"
RUEDA FEMENINA
Melina Fleita
Representaron el pueblo Santa Isabel (hoy Paso de los Toros) desde sus orígenes
Durante de la mitad del Siglo XIX, la donación de terrenos por parte de la familia Bálsamo posibilitó el funcionamiento de una serie de entidades públicas que comenzaban a atender las necesidades del incipiente poblado.
La representación abarca tres sectores de la sociedad de los fines del Siglo XIX:
una fonda, una escuelita rural y un hogar del pueblo.
Recreó el establecimiento del Carpintero, Criador y Hacendado Don José Fernández Fernández
En la última mitad del Siglo XIX, la República Oriental del Uruguay recibió una importante oleada de extranjeros que, en busca de mejoras económicas, llegaban al Río de la Plata. Muchos de ellos se instalaron en Montevideo, pero otros decidieron probar suerte trabajando en el interior de nuestro país.
Este último fue el caso del asturiano José Fernández Fernández, quien -aprovechando allá por 1890 las líneas del ferrocarril- se vino al norte y se instaló en la Cuchilla de Santo Domingo, en las proximidades de "Pampa" y "Piedra Sola", ejerciendo allí su profesión de carpintero.
En este lugar encontró un almacenero instalado, que le proporcionó un espacio contiguo a su almacén para que construyese su carpintería.
Quiso el destino que un día don José escuchase una charla de unos parroquianos del almacén -pared por medio- que hablaban de robar a un vecino de la zona, el cual había vendido y cobrado una "tropa" de novillos.
Fue así que esperó al oscurecer y sin dudarlo, se fue hasta la estancia "El Pademal", de Antonio Braga, persona a quien conocía, con la finalidad de comunicarle lo escuchado en el almacén.
En agradecimiento a don José por su acción, al poco tiempo el señor Braga le ofreció construir una casa en campos de su propiedad, en la estancia "La Hormiga", para que allí continuara desempeñándose como carpintero, pero agregando a esa actividad, la cría de animales.
Con la llegada de las vías del Ferrocarril Central del Uruguay en 1890-91 a "Piedra Sola", el lugar se desarrolló rápidamente, aumentando su población de forma considerable. Esto contribuyó a qué don José Fernández tuviera mucho trabajo en su carpintería y mejorara su economía.
Cuando el señor Braga arrendó la estancia "La Gloria" le ofreció a José Fernández Fernández ser el administrador de dicho establecimiento.
Don José Fernández Fernández siempre estuvo presente en los nuevos emprendimientos desarrollados en "Piedra Sola", fue partícipe de la fundación de la escuela de la localidad en 1914, de la fundación de la Liga del Trabajo de Piedra Sola el 7 de mayo de 1917, y de la llegada de los religiosos, cuando los mismos se instalaron en la zona.
Me siento en el plan de un bajo A cantar un argumento: Como si soplara el viento Hago tiritar los pastos; Con oros, copas y bastos Juega allí mi pensamiento."
- Martín Fierro